En la freguesía de Vilar da Veiga, corazón del parque nacional de Peneda-Gerês, se encuentra esta hermosa cascada de 700 metros y aguas cristalinas provenientes de la montaña que es una visita obligada si visitáis el parque. Ahora entenderéis el por qué🥰
Cómo llegar
A diferencia del poço verde la cascata do Arado está bien señalizada y no tiene pérdida. Además está muy cerquita de la carretera.
Podéis aparcar en el camino de tierra o en el parking que hay a pocos metros de ella. Siguiendo esta misma pista, unos 300 metros más alante, está el parking desde donde parte la ruta al poço azul.
Cuando veáis el puente de piedra que cruza el río Arado justo detrás encontrareis unas escaleras que nos llevarán a la cascada y al mirador.
El paisaje es realmente impresionante. Como estar en otro mundo. Es normal encontrarse por el camino cabritas montesas, garranos (un tipo de caballos salvajes autóctonos del parque) y vaca cachena que impone un poco con esa cornamenta 😬 pero son inofensivas.
En cada paseo por la naturaleza uno recibe mucho más de lo que andaba buscando.
En mitad de las escaleras hay un pequeño mirador donde la naturaleza nos regala esto:
Para bajar hasta ella tendréis que descender como podáis 🤣 desde este mirador.
Como en casi todas las cascadas del parque hay un enorme aviso de «peligro de muerte» precisamente porque no tienen accesos más que los creados por nosotros mismos ya sea trepando o a gatas🤣. Volver con rascazos y moretones es el precio a pagar por los lugares vírgenes. Daños colaterales que sin duda merecerán la pena.
Otra forma de llegar hasta la cascada es desde el puente de piedra sorteando las piedras río arriba. Claro que esto depende de la época en la que vayáis y el caudal que lleve el río si no queréis mojar los pies.
Y ya si sois muy intrépidos, no sufrís vértigo y además tenéis complejo de ninja os recomiendo al 200% que subáis a la poza de arriba y ya de paso aprovechéis para daros un baño en las alturas.
ESPECTACULAR😍