Una escapada a Portugal siempre es un acierto, tanto por su cercanía a nuestro país como por los miles de secretos que esconde. Y para secreto a voces el que trae consigo esta pequeña ciudad medieval que la distingue del resto de ciudades portuguesas. Y es que este lugar es considerado la cuna de Portugal ya que aquí nació Alfonso Henriques, quien en 1179 sería coronado como el primer rey de Portugal tras ganar la batalla de S. Mamede y garantizar la independencia del Condado Portucalense en relación al Reino de León.
Es tal su patrimonio histórico que fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 2001, para luego ser elegida como capital de la cultura europea en el año 2012 y Ciudad Europea del Deporte en 2013.
¡Bienvenidos a Guimarães!
Un poco de historia
El origen de esta ciudad se remonta a una villa, entonces llamada Vimaranes, en honor a uno de los dueños de esta tierra en la época germana. Con el paso de los siglos y la influencia del latín evolucionó a la conocida hoy en día como Guimarães.
En el siglo X, la Condesa Mumadona Dias, tía del Rey Ramiro II de León y viuda del Conde Hermenegildo Gonçalves, mandó construir en su tierra de Vimaranes el convento de frailes y monjas que se transformó en el lugar de atracción y de concentración de la población.
Para su defensa, Mumadona ordena la construcción del Castillo entre los años de 959 y 968 convirtiéndose junto con el Convento en el centro de la “Villa Vimaranes” .
En el siglo XI, el rey Alfonso VI de León y Castilla entrega el gobierno de la Provincia Portucalense al Conde D. Henrique, el cual viene a vivir a esta tierra y se casa con D. Teresa (Hija ilegítima de D. Afonso IV). De esta unión nace, en 1111, aquel que sería el primer rey de Portugal, D. Afonso Henriques.
En 1114, el Conde D. Henrique muere, habiendo pocos años antes, otorgado foral a la “villa Vimaranes” y concediendo privilegios especiales a sus habitantes.
El 24 de junio de 1128 se llevó a cabo la Batalla de S. Mamede siendo vencedor D. Alfonso Henriques consiguiendo la independencia del condado con el Reino de León y en el año 1179 es nombrado Rey de Portugal por el papa Alexandre III.
Qué ver en Guimarães
- Castelo de Guimarães
Declarado como una de las 7 Maravillas de Portugal, Mumadona mandó construir este castillo para refugiar a la población de los constantes asaltos de los vikingos que venían de los mares del norte de Europa, así como de los musulmanes provenientes de los territorios ocupados por ellos al sur.
Cuando el Conde Henrique recibió de su suegro, Afonso VI de León, el gobierno de la provincia portucalense, mandó construir otra edificación más amplia y sólida, que se convirtió en el principio del importante conjunto defensivo que vemos hoy, dominado por la torre del homenaje cuadrangular, situada entre las cuatro torres que flanquean las murallas en sus ángulos. Y aunque no esté históricamente documentado, es muy probable que el edificio que se encuentra adosado a la parte interna de la muralla norte fuese la residencia del Conde D. Henrique y lugar del nacimiento de su hijo Alfonso Henriques, primer rey de Portugal.
Al castillo está unida la historia militar de la fundación del reino en los diversos combates en los que Afonso Henriques se enfrentó, en 1127, con su primo Alfonso VII, rey de León.
Hasta finales del siglo XIV el castillo de Guimarães presenció heroicos combates para la defensa de la integridad del joven reino de Portugal, sacudido por disputas dinásticas con Castilla que hacían que su independencia se viese amenazada.
Con el nacimiento de las nuevas armas de artillería, el castillo de Guimarães, como tantos otros, conoció el principio del fin de sus glorias. Abandonado a la dejadez del tiempo y de los hombres, fue cuidadosamente restaurado en la primera mitad del siglo XX, recuperando su grandiosidad y belleza originales.
Horarios, precios y venta de entrada
📸pacodosduques.gov.pt
- Paço dos Duques
Fue construido por Afonso, el octavo Conde de Barcelos (y, más tarde, primer Duque de Bragança), hijo ilegítimo del Rey João I. La fecha exacta de su construcción no se conoce (probablemente entre 1420 y 1433) pero se cree que su inicio coincide con el segundo matrimonio de Afonso con Constança de Noronha, hija de los Condes de Gijón.
Se cree que durante el siglo XVI el Palacio todavía fue utilizado como residencia de los duques de Bragança, habiendo entrado casi inmediatamente después en una fase de abandono y consecuente ruina.
En el siglo XIX, durante las invasiones francesas, el Palacio fue adaptado a Cuartel Militar. Se reconstruyó en el siglo siguiente, bajo el régimen del “Estado Novo”, entre 1937 y 1959. Fue inaugurado el 25 de junio de 1959, convirtiéndose en la Residencia Oficial del Presidente de la República Portuguesa en el norte de Portugal.
Los objetos que decoran las habitaciones abiertas al público, como suele ocurrir en este tipo de monumentos, pretenden crear en el visitante la ilusión de que está visitando una casa habitada dejando volar su imaginación a los secretos que esconderán sus murallas.
Horarios, precios y venta de entradas
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- Igreja de S. Miguel do Castelo
En la época medieval, bajo este pórtico se celebraban algunas audiencias municipales, siendo así un punto de encuentro para cuestiones de administración y sociabilidad.
Cómo anécdota, en 1664, el prior Don Diogo Lobo da Silveira retiró la pila bautismal de la Iglesia de S. Miguel y la llevó a la Iglesia de Nossa Senhora da Oliveira. De hecho, se creía que su primer rey, Afonso Henriques, había sido bautizado en esta pila bautismal y es por este motivo que en septiembre de 1927 la pila vuelve a su lugar de origen.
Horarios, precios y venta de entradas
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- Praça de Sao Tiago y Largo da Oliveira
Pasear por estas céntricas plazas es disfrutar del área más pintoresca de la ciudad donde se encuentran los edificios más antiguos como la Igreja de Nosa Senhora da Oliveira o la Antiga Câmara Municipal además de ser un lugar idóneo para almorzar en cualquiera de sus terrazas.
- Monte da Penha
Al este de Guimarães se encuentra una colina conocida como Monte da Penha desde donde disfrutaréis de las mejores vistas de la ciudad. Además ver el atardecer sentados en uno de sus gigantes peñascos mientras tomáis un refrigerio ¡no tiene precio!
En esta colina también se encuentra el Santuário da Penha al que podemos acceder también desde un teleférico que lo conecta con la ciudad por 7,50€ ida y vuelta.
Sea como sea, ¡merece la pena subir hasta aquí!
