Hace años en un aeropuerto de Londres me compré un muffin de arándanos y nunca había probado cosa igual. Era especialmente jugoso y con un toque ácido que le daba el arándano brutal, asique me compré un par más y los metí en la maleta porque sabía que a mí madre le encantarían. Llegaron espachurrados pero llegaron.
Nos gustó tanto que quisimos probar a hacerlos en casa, y esta receta que prepara mi madre desde hace años no tiene nada que envidiarle. Quedan espectacularmente ricos y jugosos así que os animo a que lo probéis vosotros mismos.
INGREDIENTES
- 300 gr de harina
- 150 gr de azúcar
- 125 gr de nata
- 1 yogur griego
- 1 chorro de limón
- 1 cucharadita de levadura química
- 2 huevos
- 1/2 cucharadita de bicarbonato
- 100 ml de aceite de girasol
- 1 sobre de azúcar vainillado
- 250 gr de arándanos frescos
PREPARACIÓN
Vamos a mezclar los ingredientes por separado.
En un bol mezclamos la harina, la levadura, el bicarbonato y reservamos. Mientras, en otro bol, batimos los huevos y añadimos la nata, el yogur griego, el azúcar, el aceite y un chorrito de limón.
Ahora juntamos todos los ingredientes y mezclamos todo con la ayuda de un tenedor. No hace falta crear una masa homogénea, basta con que la harina se integre bien. De esta forma los muffins quedarán jugosos.
Por último procedemos a rellenar los moldes. Para que los arándanos exploten de sabor lo haremos de la siguiente manera: una cucharada de masa, 5 arándanos, otra cucharada de masa y otros 3 arándanos por encima. Ojo con rellenar demasiado el molde. No olvidéis que en el horno la masa sube.
Con el horno precalentado a 180° horneamos 20 minutos. Para cerciorarnos de que están listos pinchamos y tiene que salir limpio.
Cómo decoración (opcional) podemos esparcir un poco de azúcar glass por encima.
Y así quedarían 🤤