En el valle del río Fafião (también llamado río Toco) se encuentra una paradisíaca laguna de color esmeralda. Tan transparente que creeréis estar volando cuando os sumerjáis en ella. De esos lugares que energizan cuerpo y alma.
Y digo que es el secreto mejor guardado de Peneda-Gerês (Portugal) porque no está señalizada y la única forma de llegar a ella es caminando (unos 5 km. ida y vuelta) pero creédme que merecerá la pena.
Cómo llegar
Para llegar a este pequeño paraíso partiréis desde la aldea de Fafiâo. Podéis dejar el coche en el centro y de paso conocer la aldea o para los más rezagados subir hasta el merendero que se encuentra en la cima del pueblo y empezar desde ahí (nos ahorramos más o menos 1 km de cuesta).
Pasando el merendero encontraréis un camino forestal que se bifurca. Tenéis que continuar por el camino de la derecha. Un poco más adelante encontraréis otra pista a la izquierda por la cual debéis dirigiros para empezar a descender por el valle.
A partir de aquí siempre tomaréis el camino de la izquierda hasta que veáis la siguiente imagen donde ya se aprecia el río. Pues ahí abajo se encuentra el poço verde.
Seguís descendiendo hasta que veáis el puente que atraviesa el río y antes de llegar a él estad atentos a una pista forestal a la izquierda que es la que os conducirá al poço verde. No tiene pérdida porque antes de llegar a esta pista ya habréis avistado el poço entre los árboles.
La verdad que parece que estamos ante un glaciar porque incluso el agua que baja por el río es tan pura, tan transparente…
¡INCREÍBLE!
¡Y ahora a disfrutar de sus aguas cristalinas!.
Tengo que advertir que el agua está bastante fría pero es ideal para regresar fresquitos y subir los 100 metros de desnivel que tiene el valle bien ligeros🏃😜
Podéis aprovechar la vuelta para hacer una paradita en el mirador desde donde disfrutaréis de un precioso atardecer.
Os dejo la ubicación de como llegar a la aldea de Fafião y desde ahí siguiendo mis indicaciones encontraréis perfectamente el poço verde: