Donde menos te lo esperas la naturaleza siempre sorprende. Y es que a veces basta con salirse de la ruta marcada para encontrase con lugares como el que traigo a continuación.
¿Y por qué digo esto? Pues porque este lugar está muy cerquita de una autovía. Solo hay que tomar un pequeño desvío.
Se trata de una pequeña poza natural formada por el río Muíños en su descenso por las laderas hacia Domaio en la provincia de Pontevedra.
Cómo llegar
Este lugar se encuentra muy cerca de Vigo. Exactamente al otro lado de la Ría, en Domaio.
Este pequeño paraíso está tan cerca de la carretera que, en días de agua abundante, puede verse la cascada descender casi hasta la propia via.
Para llegar debemos coger la Autovía do Morrazo AG-46 y tomar el desvío a Domaio. En la rotonda seguiremos las indicaciones a San Lourenzo y unos metros más alante a mano derecha ya veremos un letrero señalando la poza que indica que estamos en el lugar correcto.
Podemos dejar el coche en las inmediaciones de una urbanización (justo por la aparte de abajo del campo de golf) y continuamos por un corto sendero rodeado de eucaliptos y pinos donde disfrutaremos de vistas panorámicas a la ciudad de Vigo y el puente de Rande pasando por antiguos molinos de agua.
Pronto escucharemos el rugir del agua que nos lleva hasta esta encantadora poza que, como no podía ser de otra manera (estamos en Galicia amigos😉), está rodeada de leyendas.
Leyenda Poza da Moura
Hace muchos años un Mouro (ser de la mitología galaica) llegó a tierras gallegas con su preciosa hija. La joven se enamoró perdidamente de un campesino local y por las noches esta poza era testigo de sus encuentros. Su padre, que no aprobaba la relación, una noche los descubrió dando rienda suelta a su pasión y enfurecido decidió acabar con la vida del joven campesino. La hija, rota de dolor por la muerte de su amado, decidió arrojarse a las aguas de esta poza donde se le perdió el rastro.
Cuenta la leyenda que en las noches de San Juan, se puede ver a la joven Moura peinando sus largos cabellos con un peine de oro. ¿Será que sigue reuniéndose con su amado en este lugar?
Si seguís unos metros río arriba encontraréis un par de pozas más. Una que podría perfectamente ser un pequeño jacuzzi que nada tiene que envidiar a la anterior y otra un poco más pequeña pero con una caída mayor.