En el corazón del Parque Natural da Serra da Estrela, Portugal, se encuentra la playa fluvial más bonita que han visto mis ojos. Y es que aprovechando el agua glaciar han adaptado el entorno para que mayores y niños puedan disfrutar en los días de calor sin ningún tipo de peligro creando estas preciosas piscinas naturales con diferentes caudales.
Esta maravilla se encuentra a 770 metros de altitud en la aldea de Loriga, siendo la única playa fluvial del país situada en un valle glaciar. A pesar de esto el agua no está demasiado fría y se agradece en los días de calor que en la zona superan bien los 30°.
Cuenta con un bar en temporada, aparcamiento, instalaciones sanitarias y de primeros auxilios, comedor, socorrista, aparcamiento para bicicletas y parque infantil. ¿Se puede pedir más?
Cómo llegar
Siguiendo la N231 a la altura de Loriga, desde la misma carretera, ya podréis ver el agua caer por el puente indicando que habéis llegado al destino y la señalización de la zona de aparcamiento. No hay pérdida ninguna.
¡Ahora solo queda disfrutar de sus cristalinas aguas!
Y aprovechando que estáis por la zona no podéis perderos la Praia fluvial de Lapa dos Dinheiros y la Praia fluvial de Foz d’ Egua.